En esta sesión nos hemos atrevido con Tres Guineas de Virginia Woolf (¡repetimos escritora!) y ha sido un descubrimiento. Además de la actualidad de ciertos temas que desarrolla en el libro (los derechos de las mujeres, el concepto de “feminismo”, la posibilidad de que el estado pagase a las mujeres por el trabajo doméstico y el de cuidados, el hecho de que no sólo las mujeres son esclavas de un patriarcado, sino que todos, mujeres y hombres, lo somos de un sistema…), nos hemos encontrado con una obra de la que claramente bebe el SCUM, así que ya tenemos más genealogía para esta obra, que es de mis favoritas!!!!!!
Os dejo con tres extractos que evidencian esto último y la potencia de muchas de las ideas de Virginia Woolf:
"Ni una sola guinea del dinero ganado debe destinarse a la reconstrucción de este colegio siguiendo los antiguos planes; de la misma manera que no puede gastarse ni una sola guinea en la construcción de un colegio, siguiendo un nuevo plan: por esto, la guinea ha de ir destinada a "Trapos. Petróleo. Cerillas". Y debe ir acompañada de la siguiente nota: "Tome esta Guinea y con ella transforme el colegio en cenizas. Pégueles fuego a las viejas hipocresías. Que la luz del edificio en llamas ahuyente a los ruiseñores y enrojezca los sauces. Y deje que las hijas de los hombres con educación dancen alrededor del fuego, y que arrojen brazada tras brazada de hojas muertas a las llamas. Y deje que sus madres se asomen a las ventanas más altas y griten: ¡Que arda! ¡Que arda! ¡Ya no queremos esta "educación"!"
“Si es preciso que tenga un nombre, se llamará “Sociedad de las Extrañas”. No es un nombre grandilocuente, pero tiene la ventaja de adecuarse a la realidad, a la realidad de la historia, las leyes, la biografía y quizás incluso a la realidad todavía oculta de nuestra todavía desconocida psicología. Estará integrada por hijas de hombres con educación, dedicadas a trabajar dentro de su propia clase __ ¿es que pueden trabajar en otra? __ y de acuerdo con sus propios méritos, en pro de la libertad, la igualdad y la paz.
(…) Durante la mayor parte de su historia, nuestra patria me ha tratado como una esclava, me ha denegado la educación y el compartir las posesiones patrias. Nuestra patria me deniega los medios de protegerme a mí misma, me obliga a pagar anualmente muy cuantiosas sumas para que otros me protejan… (…) Y así es por cuanto, en mi condición de mujer, no tengo patria. En mi condición de mujer, mi patria es el mundo entero.”
“Las extrañas se obligarían, no sólo a ganarse la vida, sino a ganársela de tan experta manera que su negativa a seguir haciéndolo fuera motivo de preocupación para el beneficiario de su trabajo. (…) Mientras ustedes harán uso de los medios suministrados por su posición, nosotras, que seguiremos siendo extrañas, haremos experimentos.”
Y no puedo evitar (por mi día a día) cerrar con estas líneas, que me parece que introducen una reflexión obligada en el sistema en el que vivimos:
“Por razones dadas anteriormente, estamos de acuerdo en que debemos ganar dinero mediante las profesiones. Por razones dadas anteriormente, esas profesiones nos parecen altamente indeseables. La pregunta que os formulamos, vidas de los muertos, es cómo se puede ingresar en las profesiones y seguir siendo seres humanos civilizados…”
WOOLF, VIRGINIA, Tres Guineas, Lumen, Barcelona, 1999.
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