lunes, 4 de octubre de 2010

Sesión 11: "La campana de cristal", Sylvia Plath (3 de octubre de 2010)



"Al pie de la lápida arreglé el húmedo ramo de azaleas que había arrancado de un arbusto en la entrada del cementerio. Entonces las piernas se me doblaron y me senté en la hierba empapada. No podía entender por qué lloraba tanto.

Entonces recordé que yo nunca había llorado la muerte de mi padre.

Mi madre tampoco había llorado, se había limitado a sonreír y había dicho cuán misericordiosa había sido para con él la muerte, porque si hubiera vivido habría quedado lisiado e inválido para toda su vida, y él no hubiera soportado eso; él hubiera preferido morir a que le sucediera algo así.

Apoyé el rostro en la lisa superficie del mármol y gemí por mi pérdida en la fría lluvia salobre."

(...)

"-Fue tonto que ella hiciera eso -le dije a la doctora Nolan.
La doctora Nolan asintió. Pareció comprender lo que yo quería decir.
-La odio -dije, y esperé a que cayera el golpe.
Pero la doctora Nolan sólo me sonrió como si algo la hubiera complacido mucho, muchísimo, y dijo:
-Supongo que sí."

(Sylvia Plath, La campana de cristal)

1 comentario:

  1. http://anacibeira.blogspot.com/2010/10/prometo-e-predigo-caida-do-corazon.html

    jejeje, mua!

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